EL VILLAGODIO
Dejando las explicaciones culturales sobre quien fue el
marqués de Villagodio en el País Vasco –
podéis verlo en wikipedia o similares-, culinariamente es :
Lomo alto de vacuno, con o sin hueso; para degustarlo,
mejor sin hueso y fileteado. Lo más importante que la calidad sea buena, una
carne “marmoleada” con su grasita infiltrada como el de la foto. Y sin duda tan
bien hecho- cn el punto de cocción elegido por el comensal simplemente con sal
gorda-, como se come en El Chiscón.
El entrecôte, mejor del lomo bajo como también el rosbif.
El secreto de un buen rosbif: no hacer caso de la mayoría de las recetas en las
que se aconseja hacerlo lentamente, bastan 7 minutos, pero eso
sí, hay que sellarlo bien previamente para que los jugos no se pierdan.
Otro día, más.
LA FIRMA DE HOY
Os dejamos con la lectura de un texto de Ángela Reyes, poeta y novelista de
reconocido prestigio y que cuenta en su haber con numerosos premios, entre
ellos, “ Leonor” y “Blas de Otero” entre los de poesía, y “Juan Pablo Corner” y
“Ciudad de Majadahonda” de narrativa.
Disfruten de la ironía de “EL CORAZÓN DEL AJO”
EL CORAZÓN DEL AJO
A LAS OCHO EN PUNTO DE LA MAÑANA suena el despertador.
Magdalena saca el brazo izquierdo bajo
la manta con la intención de aporrear a su mortal enemigo, pero ni siquiera
consigue alcanzar el borde de la mesilla de noche, porque su brazo escayolado
desde hace días le pesa como una losa.
Con manifiesto malhumor salta de la cama y, ahora sí, al
pasar por su lado camino de la ducha, le lanza un mamporro al aparato que deja
de sonar al instante. En el baño se
reúne con Rafael, Rafi desde que se casaron, ya afeitado y dispuesto a ayudarle
en todos los quehaceres de la casa, porque el médico ha dicho que Magda debe
tener el brazo en reposo durante veinte días, por lo menos. Y, desde luego,
para Rafi lo más importante en su vida es Magda. Porque claro, una cosa es que
él mire embobado a Mariloli, su secretaria, (que hay qué ver cómo está Mariloli
con la falda supercorta y esa blusa color vino tinto que se le entra a uno por
los ojos y por la boca de un trago), y otra es Magda.
Desde el fondo del pasillo, Rafi oye la voz de ella
anunciándole que el desayuno está ya
servido. Él se apresura, visiblemente contrariado al comprobar que,
Magda con un solo brazo, de nuevo se le ha adelantado. En la mesa se encuentra
el plato con las tostadas calientes, el café humeante y el vaso de zumo de de
naranja. - Cariño, tú ahora descansas.
Hoy voy a guisar‚ yo - dice Rafi
mirándola con ternura y, tan pronto finaliza el desayuno, se pone el delantal y
se atrinchera en la cocina con un pollo.
Mientras, Magda, hace la cama, arregla el cuarto de baño,
saca la ropa de la lavadora y la tiende, cepilla y cuelga el último pantalón de
su Rafi, da de comer al perro, llama al
supermercado y encarga el pedido del mes, habla con su suegra que está enferma, termina de escribir la carta para el
nene que hace la mili en Almería, riega el "amor del hombre" y las
dos "begoñas", enciende el ordenador y con un dedo pasa a limpio los
apuntes de Farmacia que le dejó la nena antes de irse a la Facultad. Llaman a la puerta: es el muchacho del
"super" con el cajón del
pedido del mes. Lata por lata, paquete
tras paquete, Magda, los va poniendo en las estanterías de la despensa.
En menos que se cierra y se abre un ojo, ya es mediodía
cuando Rafi grita desesperado: - Cariño, los ajos ya están fritos, ¿puedes
echarme una mano? - Magda entra en la
cocina y se queda petrificada al ver sobre la encimera al pobre pollo crudo, salado y troceado,
mientras en la sartén se chamuscan unos trocitos de ajos. Rafi, todo cansado se despoja del delantal y, antes de salir de
la cocina, se detiene en la puerta y le advierte con orgullo: - No temas, los ajos no van a picar; he seguido el consejo de mi
madre.
A Magda se le dibuja una estúpida sonrisa en la boca y le
responde: - Gracias, cariño, por quitarle
el corazón al ajo.
Ángela Reyes